La legalidad de los impuestos ha sido objeto de intensos debates y controversias durante décadas. Aunque algunos sostienen que los impuestos son un mal necesario para el funcionamiento de una sociedad civilizada, otros sostienen que son una violación inconstitucional de las libertades individuales. Sin embargo, la mayoría cree que los impuestos son fundamentales para cualquier sociedad moderna. Son la principal fuente de ingresos de los gobiernos para financiar servicios públicos, infraestructura y programas sociales. Aun así, la cuestión de si los impuestos son constitucionales o no sigue siendo un punto de discordia. En este artículo, exploraremos los aspectos históricos, legales y constitucionales de los impuestos.
La historia de los impuestos
Los impuestos tienen una larga historia que se remonta a las civilizaciones antiguas, donde los gobernantes imponían gravámenes a sus súbditos para financiar guerras, obras públicas y otras iniciativas gubernamentales. A lo largo de la historia, los impuestos han sido fundamentales para dar forma a las sociedades, las economías y los panoramas políticos.
El primer impuesto federal sobre la renta se introdujo durante la presidencia de Lincoln a través de la Ley de Ingresos de 1861. Gravó las importaciones e impuso un impuesto del 31% a los ingresos individuales superiores a 100.000 dólares. Lamentablemente, fue en gran medida ineficaz, ya que sólo se aplicaba al 31% de la población de los estados del norte. Al año siguiente, la Ley de Ingresos de 1862 Amplió los impuestos para incluir los productos de alcohol y tabaco. También impuso el primer impuesto progresivo a los ciudadanos y creó la agencia que hoy se conoce como el Servicio de Impuestos Internos (IRS). En 1864 se añadieron tramos impositivos adicionales y tasas más altas. Esto fue impugnado en Springer contra Estados Unidos (1881), pero la Corte Suprema determinó por unanimidad que imponer un impuesto sobre la renta de la Guerra Civil era constitucional.
En 1894, el Congreso aprobó un impuesto nacional sobre la renta, pero fue declarado inconstitucional (Pollock contra Farmers' Loan & Trust Company). La Corte dictaminó que los impuestos sobre la renta son impuestos directos que deben dividirse entre los estados de acuerdo a la población.
En respuesta a Abadejo, el 16th Enmienda Fue ratificada en 1913. Otorgó al Congreso la autoridad para imponer un impuesto sobre la renta, allanando el camino para el sistema tributario moderno actual.
Precedentes legales y sentencias judiciales
Numerosos casos judiciales han abordado la legalidad de los impuestos y han confirmado la autoridad del gobierno para imponerlos. Estos precedentes legales han desempeñado un papel crucial en la interpretación y aplicación de las leyes tributarias.
En el caso emblemático Brushaber contra Union Pacific Railroad Co. (1916), la Corte Suprema confirmó la constitucionalidad del impuesto federal sobre la renta, rechazando el argumento de que representaba un impuesto directo sobre la propiedad y, por lo tanto, violaba el requisito de la Constitución de distribución entre los estados.
De manera similar, en Eisner contra Macomber (1920), la Corte estableció el principio de que los ingresos derivados de las ganancias de capital están sujetos a tributación, solidificando aún más la base legal del sistema de impuesto sobre la renta.
¿La libertad de religión no nos exime de pagar impuestos?
Un error común en torno a la legalidad de los impuestos es la creencia de que el 1calle La garantía de libertad religiosa que establece la enmienda exime a las personas del pago de impuestos, pero los tribunales han rechazado reiteradamente esta idea.
El 1calle La enmienda no otorga el derecho a negarse a pagar impuestos sobre la renta por motivos religiosos o morales, o porque los impuestos se utilizan para financiar programas gubernamentales a los que se opone el contribuyente.
La Corte Suprema ha defendido sistemáticamente el principio de que la obligación de pagar impuestos no constituye una violación de la libertad religiosa. En el caso emblemático Estados Unidos contra Lee (1982), el Tribunal dictaminó que el amplio interés público en mantener un sistema tributario sólido pesaba más que las objeciones religiosas de un empleador Amish que se negaba a pagar impuestos de la Seguridad Social. Más recientemente, en Salzer contra el Comisionado (2014), el tribunal consideró que la justificación de Salzer para no pagar impuestos porque se oponía a las políticas “socialistas” del gobierno era frívola, sosteniendo que “[e]l deber legal de presentar una declaración existe independientemente de las convicciones políticas, económicas, sociales o religiosas personales del contribuyente”.
Argumentos en contra de los impuestos
Aunque la legalidad de los impuestos está bien establecida, algunos aún cuestionan la legitimidad del sistema tributario por diversos motivos. Muchos sostienen que los impuestos representan una violación de la libertad individual y los derechos de propiedad. Otros sostienen que el sistema tributario actual es inherentemente injusto o ineficiente.
Las filosofías libertarias y anarquistas suelen rechazar el concepto de impuestos como una forma de coerción y abogan por soluciones voluntarias y basadas en el mercado para financiar bienes y servicios públicos. Estas perspectivas consideran que los impuestos son una violación de la autonomía individual y de los derechos de propiedad.
Otros critican la complejidad y las desigualdades percibidas del código tributario, argumentando que grava desproporcionadamente a ciertos segmentos de la sociedad o crea distorsiones en el comportamiento económico.
¿Podría Trump acabar con los impuestos sobre la renta?
Ahora que el presidente Trump está regresando a la Casa Blanca, muchos están esperando ver si cumple su promesa de campaña de eliminar los impuestos a la renta personal. Sin embargo, su impulso para volver a los aranceles se enfrenta con escepticismo por parte de muchos economistas. Para reemplazar los ingresos generados por el impuesto a la renta federal, los aranceles tendrían que ser extremadamente altos. Esto no solo puede conducir a guerras comerciales, sino que también aumentará el costo de los bienes para los consumidores. Además, se estima que la deuda nacional aumentará en un 10%. $7,5 billones durante la próxima década, incluso si los impuestos sobre la renta permanecen vigentes.
Aunque la eliminación de los impuestos sobre la renta puede ser favorable para muchos estadounidenses, en realidad no es viable. El impacto en los programas gubernamentales sería catastrófico y a las familias que ya están en dificultades les resultará aún más difícil llegar a fin de mes.
La importancia de los impuestos en la sociedad
Aunque es probable que continúe el debate en torno a la legalidad de los impuestos, el peso abrumador de los precedentes legales y la autoridad constitucional respaldan el poder del gobierno para imponer impuestos en beneficio del bien común. Los impuestos desempeñan un papel vital en la financiación de servicios públicos esenciales, infraestructura y programas sociales que contribuyen al bienestar y la prosperidad general de la sociedad.
En última instancia, la legalidad de los impuestos se basa en los principios del contrato social y en la autoridad que el pueblo otorga al gobierno. Mientras los impuestos se impongan a través de canales legales y constitucionales legítimos, y su administración y aplicación se ajusten al debido proceso y al imperio de la ley, seguirán siendo un aspecto legítimo y necesario de una sociedad funcional.