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Cómo declarar tus impuestos cuando vives y trabajas en distintos estados

Declarar tus impuestos cuando vives y trabajas en distintos estados es más complicado que presentar tu declaración en un solo estado. Esto es porque cada estado tiene sus propias leyes, tasas, y umbrales fiscales. Los requisitos de la declaración también pueden variar y siempre existe la probabilidad de caer en una doble tributación. Sin mencionar que los trámites adicionales son un dolor de cabeza. Sin embargo, hay una serie de pasos universales a seguir al momento de declarar tus impuestos.

1. Determina tu estado de residencia

Determinar el estado de tu residencia cuando vives en un lugar pero trabajas en otro puede ser complicado y el protocolo varía según las reglas de cada estado. Por lo general, la mayoría de los estados toman en cuenta los siguientes factores al momento de determinar tu estado de residencia:

  • Domicilio: Tu domicilio es tu residencia legal permanente, y suele estar ligado al estado donde tus lazos sean más fuertes. Por ejemplo, donde seas dueño de una propiedad, donde viva tu familia, o donde votes durante el periodo de elecciones.
  • Presencia física: Si pasas una cantidad considerable de tiempo en un estado, podrías ser considerado un residente para propósitos tributarios, aún si no cuentas con un domicilio en el estado.
  • Intención: Tu intención de mudarte a un estado también es un factor a tener en cuenta. Por ejemplo, si te mudas a un nuevo estado con la intención de permanecer en él, podrías ser considerado un residente de dicho estado para propósitos fiscales.
  • Fuente de ingresos: Si percibes ingresos en un estado, puedes ser considerado un residente para propósitos de impuestos, aún si no vives en dicho estado.
  • Conexiones con otros estados: Si tienes conexión con múltiples estados debido a que posees varias propiedades o tienes familiares viviendo en ellos, el estado con tus conexiones más fuertes podría ser considerado como tu residencia para propósitos fiscales.

Para determinar tu estado de residencia, deberás consultar las reglas y normativas específicas de dicho estado. Es importante mencionar que las reglas de residencia varían entre estados, y podrías estar obligado a presentar declaraciones de impuestos en varios de ellos si tus ingresos provienen de distintas fuentes.

2. Identifica tus fuentes de ingresos

Al momento de pagar impuestos estatales sobre la renta como residente de tiempo completo, debes reportar y pagar impuestos en todos tus ingresos percibidos durante el año fiscal. Sin embargo, como residente de tiempo parcial o no residente, lo normal es que pagues impuestos en ingresos obtenidos dentro de los límites del estado. No obstante, las reglas específicas sobre cuáles fuentes de ingreso están sujetas a impuestos varían según cada estado.

A continuación puedes leer los tipos comunes de ingresos que suelen ser considerados al momento de pagar impuestos estatales sobre la renta como residente de tiempo parcial o no residente:

  • Sueldos y salarios percibidos dentro del estado
  • Ingresos por trabajo por cuenta propia, autoempleo, o actividades empresariales llevadas a cabo en el estado
  • Ingresos por la renta de una propiedad ubicada en el estado
  • Ingresos provenientes de inversiones, como intereses, dividendos, y ganancias capitales, obtenidos dentro del estado
  • Ingresos percibidos por la prestación de servicios en el estado, como la impartición de consultoría, conferencias, u otros servicios profesionales

Es importante dejar claro que cada estado cuenta con reglas diferentes en torno a qué fuentes de ingresos son imponibles. Por ejemplo, algunos estados incluyen ciertos tipos de ingresos, como ingresos por jubilación o la paga militar. Si no estás seguro de cuáles fuentes de ingresos son imponibles para un estado particular, consulta a un profesional de impuestos o a la autoridad fiscal de tu estado.

3. Investiga los acuerdos de reciprocidad

Los acuerdos de reciprocidad le permiten a los residentes de un estado trabajar en otro sin pagar impuestos sobre la renta en dicho estado. En este momento hay 17 estados con este tipo de acuerdos vigentes. Por ejemplo, un residente de Arizona puede trabajar en California sin tener que pagar impuestos estatales en California porque ambos estados tienen un acuerdo de reciprocidad.

Debido a que estos acuerdos pueden cambiar con el tiempo, conviene confirmar con la autoridad fiscal de cada estado la situación actual en torno a los acuerdos de reciprocidad. Además, si tu estado tiene un acuerdo de reciprocidad con otro estado, podrías estar sujeto a presentar tu declaración de impuestos en ambos estados si cuentas con ingresos provenientes de fuentes externas a tu empleados, como ingresos por la renta de bienes inmuebles o por inversiones.

4. Presenta las declaraciones de impuestos y formularios fiscales correctos

Al momento de declarar tus impuestos en dos estados diferentes, deberás proporcionar ciertos formularios a la autoridad fiscal de cada uno de ellos. Estos son algunos de los formularios que comúnmente podrías necesitar:

  • W-2: Tu empleador está obligado a proporcionarte un W-2 que muestre el total de tus salarios, propinas, y demás compensaciones para el año entero. Deberás usar este formulario para reportar tus ingresos en ambos estados.
  • 1099: Si trabajas por tu cuenta u obtuviste ingresos de otras fuentes, podrías recibir un Formulario 1099. Este formulario muestra tus ingresos totales según quién paga y el tipo de ingreso.
  • Declaración de impuestos estatales para los no residentes: Si eres un no residente en uno de los estados, deberás presentar una declaración de impuestos para los no residentes. Este formulario te ayudará a declarar tus ingresos percibidos en dicho estado y a calcular el importe de impuestos por pagar.
  • Declaración de impuestos estatales para residentes: Si eres residente de uno de los estados, deberás presentar una declaración de impuestos estatales. Este formulario te ayudará a reportar todos tus ingresos, incluyendo aquellos percibidos en el otro estado, y a calcular el importe de impuestos por pagar.
  • Anexo(s) que muestran la distribución de ingresos: Dependiendo de las reglas del estado, podrías estar requerido a llenar un anexo o formulario que muestre cómo están distribuidos tus ingresos entre ambos estados.

Recuerda que las reglas fiscales pueden variar entre estados, por lo cual es importante consultar a un profesional de impuestos o repasar los requisitos fiscales específicos para cada estado donde tuviste ingresos para asegurarte de presentar tus impuestos de forma precisa y puntual.

¡No olvides reclamar tus deducciones y créditos fiscales!

Las reducciones y créditos fiscales que puedes reclamar al trabajar y vivir en estados distintos dependerá de varios factores, incluyendo los estados en cuestión y tus circunstancias individuales. A continuación hay una lista de las deducciones y créditos más comunes:

  • Impuestos sobre la renta estatales pagados: Es posible deducir los impuestos estatales sobre la renta pagados en un estado de tus ingresos imponibles en otro estado. Esto puede ayudarte a evitar la doble tributación de los mismos ingresos.
  • Impuestos sobre las ventas locales y estatales: Si vives en un estado sin impuestos sobre la renta, o realizaste compras de gran valor, podrías ser acreedor a una deducción de impuestos sobre las ventas locales y estatales en lugar del impuesto sobre la renta.
  • Gastos de mudanza: Si te mudaste a otro estado por trabajo, podrías ser elegible para deducir ciertos gastos de mudanza de tu declaración federal de impuestos sobre la renta.
  • Aportaciones al plan de retiro: Si aportaste a un plan de retiro como un 401(k) o IRA, podrías deducir dichas aportaciones de tus ingresos imponibles en ambos estados.
  • Crédito por manutención de menores y dependientes: Si cubriste los gastos de manutención de un hijo o dependiente mientras trabajabas, podrías ser acreedor a este crédito fiscal en ambos estados.
  • Crédito tributario por ingreso del trabajo (EITC): Si tus ingresos son bajos o moderados, podrías ser acreedor al EITC, lo cual reduciría tus obligaciones fiscales en torno al pago de impuestos sobre la renta federales y también podría ser válido en algunos estados.

Ya que cada estado tiene sus propias reglas y normativas, asegúrate de consultar los requisitos de impuestos específicos para cada estado del cual provienen tus ingresos con el fin de sacarle provecho a toda deducción y crédito que te sea posible.

5. Considera buscar ayuda profesional

Si trabajas y vives en distintos estados, sería buena idea contratar a un profesional fiscal que te ayude con tus impuestos. Declarar impuestos en varios estados es complicado, y un profesional te ayudará a familiarizarte con las reglas y regulaciones de cada estado de modo que puedas presentar tu declaración a tiempo y de forma precisa.

Trabajar con un profesional de impuestos te brinda los siguientes beneficios:

  1. Experiencia: Su conocimiento del derecho fiscal puede ayudarte a entender la normativa de impuestos aplicable a cada estado donde tienes ingresos.
  2. Precisión: Un profesional fiscal se cerciora de que no cometas errores para que puedas presentar tu declaración de forma correcta desde el principio.
  3. Paz mental: Saber que tus impuestos están en buenas manos te traerá paz mental y reducirá tu estrés.

Aunque contratar a un profesional de impuestos representa un gasto, vale completamente la pena si te ayuda a ahorrar tiempo, evitar errores, y a asegurarte de aprovechar todas las deducciones y créditos fiscales a tu disposición.

Al final del día, la decisión de contratar a un profesional fiscal depende de ti y tus circunstancias personales: de lo cómodo que te sientas con tu conocimiento de las leyes fiscales, de tus restricciones de tiempo, y de tu presupuesto. Si necesitas ayuda con tus impuestos, llama a Tax Defense Network hoy mismo al 855-476-6920 hoy mismo para una consultoría gratuita, sin compromiso!